Gutemberg se despertó una mañana con la intuición de que era hora de poner en marcha una idea que rondaba su cabeza hacía tiempo; es así como en 1452, empieza a su proyecto de edición de la primera Biblia impresa, conocida como la Biblia de Gutemberg o la Biblia de 42 líneas. Parece que Gutemberg lo planeó todo, pero nunca imaginó que su invento fuera a sobrepasarle y que algún día, siglos más tarde, el Cloud Printing fuera a tomar las riendas de su creación para adaptarla a la edad moderna. La apuesta de Gutemberg pasaba por ser capaz de hacer varias copias de la Biblia empleando menos de la mitad del tiempo que dedicaba el monje más rápido a copiar una.
Hoy, desde Gelato Globe, líder en software y plataformas de impresión digital nos preguntamos cómo hubiera sido la vida de Gutemberg si aquel día hubiera tenido a mano una aplicación de Cloud Printing.
El texto: Un juego de móviles
Gutemberg se puso manos a la obra y optó por confeccionar moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto, en lugar de usar tablillas como hacía hasta el momento. Fue así como, rellenando estos moldes con hierro, dio lugar a la creación de los primeros “tipos móviles”. Hoy en día, cualquier tipo de móvil hubiera servido a Gutemberg para ordenar la impresión casi instantánea de tantas copias exactas de la Biblia como hubiera deseado, en cualquier parte del mundo.
Mayúsculas y dibujos, ¿qué hay del color?
Continuando con su invento Gutemberg se sirvió de una prensa de uvas como plancha de impresión, que unida a los “tipos móviles” dejaba un espacio para mayúsculas y, más relevante aún, para dibujos. La idea tras esta estratagema era que estas coloridas adiciones pudieran ser posteriormente añadidas y retocadas a mano. Todos estamos de acuerdo en el poder de convencimiento de lo visual y hoy en día el Cloud Printing hubiera permitido a Gutemberg explotarlo al máximo y asegurar millones de biblias ilustradas con un color homogéneo en todas ellas y una calidad suprema.
El problema de la inversión
Justo cuando Gutemberg estaba a punto de acabar las 150 Biblias con las que se había comprometido, se quedó sin dinero. No era la primera vez que le pasaba, de hecho, durante todo este proceso de puesta en marcha de su innovación, anduvo, más de una vez, falto de recursos. Gutemberg murió sin ser testigo de cuán grande fue su invención, que se expandió como la pólvora al demostrar la ágil ejecución de cualquier tarea relacionada con la impresión y difusión del saber. Si Gutemberg hubiera vivido hoy, 150 copias se le habrían concedido a un precio muy razonable, de hecho, qué paradójico resulta pensar que cuantas más copias de la biblia hubiera encargado, ¡más baratas le hubieran podido salir por unidad!
La personalización, tampoco hubiera sido un problema
Entendemos que precisamente Gutemberg tratara de huir de la personalización. Antiguamente cada manuscrito era diferente e insustituible y él trató de difundir y unificar el saber. Hoy, de alguna forma, volvemos a recobrar esa personalización de la que Gutemberg trataba de huir. El Cloud Printing permite la impresión de materiales individuales y customizados para su propósito o destinatario, allá donde éste se encuentre.
Con Gutemberg nació uno de los mayores avances de la historia, que se ha ido reinventando durante los años hasta alcanzar una situación que, hoy en día, ha dejado de ser del todo funcional y sostenible. Surge hoy otra revolución: La del Cloud Printing.
Si su objetivo fue facilitar la difusión del saber, las nuevas plataformas de impresión digital se alzan hoy con el mismo objetivo. En una era dominada por la sobre-información y lo instantáneo, plataformas como las de Gelato Globe buscan posibilitar la difusión y el intercambio de materiales impresos, de una punta a otra del mundo, en el menor tiempo posible y sin causar daños al medio ambiente que pueden ser hoy esquivados gracias a la tecnología. Seguro que Gutemberg estaría orgulloso.
