En la Tierra a viernes, 26 abril, 2024

¿Por qué la estrategia de Fumanal tumbó a Pedro Sánchez?

Verónica Fumanla a la salida del congreso del pasado sábado en Ferraz.

Verónica Fumanal no abandona a Pedro Sánchez. La jefa de prensa “personal” del ex secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha sido uno de los únicos apoyos con los que Sánchez ha contado en uno de sus peores momentos políticos cuando el pasado sábado decidía dimitir como líder de los socialistas. Para muchos analistas, Fumanal ha sido una de las responsables de la caída del ex secretario general. Su innovadora estrategia de comunicación, alejada de los estándares de la comunicación de “chaqueta de pana socialista”, no gustaron desde un principio a muchos en el PSOE. Finalmente la marca Pedro Sánchez ha caído, con un futuro incierto donde parece que Fumanal no tendrá cabida.

Las más de 12 horas de congreso del PSOE el pasado sábado cambiaron el rumbo del partido. Si por la mañana Pedro Sánchez entraba con “Secretario General en funciones”, al filo de las 9 de la noche, el hasta entonces líder de los socialistas, admitía su derrota y su dimisión ante los periodistas. Sánchez decía adiós a sus pretensiones de liderar un gobierno del cambio bajo a la atenta mirada de su asesora de comunicación, Verónica Fumanal. Pocos minutos después, la jefa de prensa abandonaba Ferraz en moto con una gran sonrisa, puede que con el alivio de dejar atrás una de sus semanas más duras como asesora de comunicación política.

Muchos son los que buscan ahora respuestas y se preguntan qué pasará en el partido. Puede que la jefa de prensa de Sánchez ya sepa su futuro, un futuro que hace dos años, cuando llegaba a Ferraz para asesorar a Sánchez, no fuera como ella hubiera dibujado. La asesora de comunicación del líder socialista ha sido, para muchos analistas políticos, clave en el declive político de Sánchez dentro de su propio partido. Y es que su particular modo de entender la comunicación del PSOE no ha sido del agrado de todos, o mejor dicho, de una gran mayoría.

Fumanal entendió desde un principio que el PSOE necesitaba un cambio, un rebranding. La marca PSOE dejaba de ser atractiva para el gran público en un momento en el que partidos emergentes como Podemos o Ciudadanos comenzaban a copar no solo minutos en televisión, sino también posiciones en la vida política. Sánchez compró la idea de reformular la comunicación del PSOE, pero cambiar una gran organización requiere de mucho tiempo y de voluntad, algo que desde dentro no se planteaba como una opción. La alternativa fue crear la propia marca Pedro Sánchez, una marca que sí podía ser moderna, atractiva, jovial y que pudiese seducir al gran público.

El primer objetivo de Fumanal, una vez establecido el ADN de la marca de su candidato, fue dar a conocer al gran público su producto político. Durante semanas Pedro Sánchez se convirtió en la estrella mediática por excelencia. Los platós de televisión se convirtieron en su mejor arma para presentarse ante el pueblo español. Fumanal prefirió programas de máxima audiencia como Sálvame o El Hormiguero a medios de comunicación más tradicionales, como la prensa escrita. Precisamente el olvido o menosprecio a los grandes diarios por parte de Pedro Sánchez, han sido una de las consecuencias de la tiranía con la que muchos diarios como El País (Grupo PRISA) han tirado a Sánchez en algunos de los editoriales más duros contra el socialismo.

La estrategia de comunicación de Pedro Sánchez no gustó nada a una de sus críticas más duras dentro del partido, la que fuera también su gran valedora, Susana Díaz. Y es que a pesar de que Sánchez fuera visto con buenos ojos para liderar el partido socialista por la Presidenta de la Comunidad de Andalucía, parece que no las tenía todas consigo a la hora de verle como presidente de España. Díaz siempre se mostró claramente reacia a la estrategia de comunicación de Fumanal, y que estaba convirtiendo a Sánchez en una estrella, un producto de marketing político que se alejaba de los idearios del PSOE.

Finalmente, la estrategia política y la tradición socialista han terminado con el proyecto de Fumanal. La marca Pedro Sánchez puede que aún no haya muerto, pero el proyecto político del madrileño está totalmente en entredicho y sin apenas apoyos, ni políticos ni mediáticos. El futuro de Sánchez, igual que el de Fumanal se presenta incierto, pero el factor sorpresa siempre ha sido una de las señas de identidad de la casa, así que no descarten movimientos inesperados.

Seguiremos informando…

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