Para los expertos en seguridad vial no hay ninguna duda sobre la tancia de la Educación Vial como medida preventiva en la reducción de accidentes de tráfico, es más consideran que esta no debe ceñirse tanto solo al periodo de tiempo coincidente con la formación obligatoria. La Educación Vial debería acompañar al usuario del tráfico durante toda su vida, si bien en la etapa correspondiente a la educación praria y secundaria tiene una mayor relevancia, dado que es en esta etapa donde se consolidan los aprendizajes más significativos y se adquieren los hábitos seguros.
El protagonista principal es el niño, ya desde los 4 años se pueden iniciar programas de intervención en las aulas en los que el papel de los padres como modelos, es fundamental.
Se aborda, desde el enfoque de la seguridad vial, un grupo de riesgo en el tráfico que formaría parte del conjunto de usuarios vulnerables de la vía. Una vulnerabilidad que está relacionada con aspectos fisiológicos y psicológicos, abordando ello su relación con la evolución, la maduración y el desarrollo de las personas. Hablamos también de aspectos psicosociales, muy enlazados con temas educativos y de desarrollo no sólo psicofisiológico sino social.
Y todo ello se lleva a cabo en un entorno físico que al niño, indiscutiblemente, le es hostil. Hay que abordar tanto los factores medioambientales que es el lugar donde se desarrolla, evoluciona, madura, enferma o realiza hábitos saludables, se educa, se relaciona socialmente y, enca de todo, derecho debería hacerlo de forma segura. Así mismo, es indispensable abordar también los aspectos infraestructurales, técnicos, ergonómicos de ingeniería, etc. sobre todo dirigidos a mejorar el medio ambiente físico y su seguridad. Por últo, otro pilar tante de intervención es la referida a la legislación, la mayoría de leyes que han sido diseñadas para prevenir las lesiones accidente en la población general, también pueden ayudar a reducir la incidencia de lesiones accidente de tráfico en los niños. Sin embargo, algunas leyes son específicas para los niños y los más jóvenes. Concretamente, las leyes referentes a los sistemas de retención infantil o al uso del casco para niños y los sistemas para la obtención del permiso de conducir y las leyes antialcohol que afectarían a los conductores más jóvenes. La seguridad de los niños depende de sus habilidades físicas, conocientos y experiencia y la educación puede mejorar las habilidades, las conductas y las actitudes.
D. Roberto Durán Romero (Vocal del área de Psicología del Tráfico y de la Seguridad del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid)
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